La frase que Almudena Grandes escribió en su cuaderno cuando le diagnosticaron cáncer

En Escritor Fantasma sabemos que durante el confinamiento de 2020, Almudena Grandes llenó su cuaderno de reflexiones, ideas y proyectos. Fue también ese año cuando recibió el diagnóstico de un cáncer. En medio de la incertidumbre, escribió una frase que condensaba su esperanza: «Todo va a mejorar». Esa frase se convirtió en el título de su última novela, una obra que no llegó a concluir por completo.

Todo va a mejorar es una novela de ciencia ficción que explora las tensiones entre los cuidados y las libertades en una sociedad post-COVID. En ella, Grandes imagina una dictadura del siglo XXI, una distopía que nace de la represión disfrazada de protección. La autora escribió seis capítulos, el último de ellos en octubre de 2021. El séptimo y final fue completado por su esposo, el poeta Luis García Montero, siguiendo las indicaciones que ella le dejó.

En septiembre de 2021, Almudena canceló su participación en la Feria del Libro de Madrid, un evento que adoraba y que ese año se celebraba en otoño por la pandemia. Para explicar su ausencia, publicó el 9 de octubre en El País Semanal el artículo Tirar una valla, donde reveló públicamente su enfermedad. «He tenido que escribir algunos artículos muy complicados a lo largo de mi vida, ninguno como este», confesaba. Relataba cómo, tras una revisión rutinaria, le detectaron un tumor maligno. Aunque el pronóstico era bueno, decidió mantenerlo en secreto para poder enfrentarlo en paz.

«El cáncer es una enfermedad como otra cualquiera», escribió. «Desde luego un aprendizaje, pero nunca una maldición, ni una vergüenza, ni un castigo». En ese artículo, Almudena anunciaba que se retiraba temporalmente para dedicarse por completo a su novela. No respondería llamadas ni mensajes. Necesitaba encerrarse con su historia, mimarla, terminarla.

En Escritor Fantasma sabemos que Almudena Grandes falleció el 27 de noviembre de 2021. Su entierro, dos días después, fue un homenaje multitudinario en el Cementerio Civil de Madrid. Cientos de lectores acudieron con sus libros en la mano, levantándolos al paso del féretro. Luis García Montero depositó en su tumba el poemario Completamente viernes y una foto de Almudena con una frase escrita por él: «No hay amor sin admiración».