LO PEOR DEL 2018

En escritor por encargo cerramos este año de libros, literatura y aprendizaje. Leer y escribir suponen un viaje, un viaje personal y emocional que merece la pena ser compartido y vivido, sin embargo, no siempre se obtiene el resultado deseado. Ahora que comenzamos un año nuevo, hacemos recapitulación de aquellas publicaciones que, a lo largo de 2018, han sido calificadas por muchos como catastróficas.

  • Tras numerosas polémicas, el cantante Mikel Izal se lanzó al mundo literario quizá con algo de osadía, porque, sin duda, ser un buen compositor no implica necesariamente ser un gran novelista. El libro, según muchos lectores, se quedaba corto en diversos aspectos, sin fuerza, diálogos pobres y una sensación incompleta sobre la temática.
  • Piel de Letra, de la influencer Laura Escanes, ha sido muy comentado en este año. Un producto literario que piensa, más que en la calidad, en los números que el personaje, por su nombre, arrastra. Pensamientos comunes convertidos y camuflados en poesía que dista mucho de encajar en el concepto que de la misma tenían los antiguos y grandes poetas.
  • Aitana Ocaña, antes de publicar disco, sacó este libro de frases y dibujos que, más tarde, reconocería que fue impulsado por un escritor fantasma. Un producto comercial y de marketing que ha respetado poco la esencia de la literatura.
  • El otro Manuel, de Manuel Bartual, se publica a raíz del fenómeno tuitero causado con sus hilos en la famosa red social. Un boom que, sin embargo, no quedó después reflejado en las compras. La editorial Planeta le contactó antes siquiera de tener un borrador del libro. Pura estrategia industrial en detrimento de la calidad.
  • Morder la Manzana, de Leticia Dolera tampoco cumplió con las expectativas. Ni pensadora del todo, ni feminista, ni filósofa, algo a medio camino que deja frío pues solo recoge tópicos manidos.

Se comprueba pues que, las editoriales no miran tanto el libro como el autor. Si éste viene precedido de fama y seguidores, da igual cuál sea la propuesta pues, los números parecen encajar. Esperamos en escritor fantasma que 2019 venga cargado de nuevas publicaciones que, por qué no, sean de personajes conocidos, pero que hayan tenido el tacto de crear letras de calidad, con conciencia y respeto. Como hemos dicho en otras ocasiones, todos podemos querer escribir un libro, pero eso no implica que lo que hagamos sea un best seller automáticamente.