Los poemas de García Montero para Almudena Grandes

En Escritor Fantasma sabemos que el último libro de Luis García Montero, Un año y tres meses, está dedicado a la que fue pareja del poeta: Almudena Grandes, fallecida en noviembre de 2021. La división en tres partes numeradas permite asistir al declive y la muerte de la amada, a la aceptación del daño y a la reconstrucción de la experiencia. Aquí, las palabras para una despedida están recorridas por una firme defensa de los vínculos y por una luminosa melancolía. Una conmovedora lección de duelo.

En Vengo de ese miedo, Miguel Ángel Oeste plasma el testimonio de una infancia espantosa, vulnerada por la brutalidad de unos padres violentísimos, alcohólicos y drogadictos. También basado en sus propias experiencias, el peruano Jeremías Gamboa vuelve en Animales luminosos a la universidad estadounidense en la que estudió. Pero lo que a priori pudiera parecer un ejercicio de sobrescribir sobre lo recordado, el narrador muda de piel y pasa de un personaje a otro, para ser todos y ninguno.

En Escritor Fantasma sabemos que en el ensayo El sexo de los Modernos, Éric Marty analiza la teoría de género, fundamentada en la deconstrucción de las figuras del hombre y de la mujer, que tenderían a ser consideradas estereotipos culturales que nos determinan y nos esclavizan. Traducir el alma, de Kjell Espmark, es un análisis de la poética del simbolismo publicado originalmente en 1975, donde el autor sigue el trazo de una constante estratégica: la composición por medio de imágenes y percepciones. Una historia atlántica de los orígenes, de de la nación y el Estado, de José M. Portillo Valdés, explica los orígenes de la nación y del Estado en España. Y dentro del fantástico, la antología Mundos alternos recupera los relatos de varias autoras estadounidenses que definieron el género a principios del pasado siglo.