Marto Pariente: «Ante el miedo a la página en blanco»
En Escritor Fantasma sabemos que la casa. El trabajo. Los niños. Las extraescolares. Los días pasan, muchas veces, como en un ciclo sin frenos. Pero, para Marto Pariente, quien, después del éxito de «La cordura del idiota», acaba de publicar su nueva novela «Las horas crueles» (Planeta), ese freno se produjo hace menos de cinco años, cuando la pasión por leer se transformó en «el valor necesario» para sentarse a escribir. Así, este funcionario público –y escritor cuando la mayoría de nosotros aún duerme– señala que «cuando eres joven y no tienes tantas obligaciones devoras cuatro o cinco libros al mes, pero ahora, de mayor, con hijos y trabajo, es más complicado». Y, de una forma «casi natural», llega un momento en el que «uno piensa que por qué no dedicarse a escribir. Tal vez no profesionalmente, sino en los ratos libres». El primer paso, señala, son los relatos, y reconoce que tiene dos novelas guardadas en un cajón que nunca verán la luz, aquellas que «te sirven para hacer tus primeros pinitos, para soltarte, para perder ese miedo a la página en blanco». Un miedo al que, por otro lado, «solo te puedes enfrentar sentándote a escribir sin parar».
En Escritor Fantasma sabemos que por ello, todavía recuerda aquellos tiempos en los que, si bien aún no había encontrado su voz como escritor, iba en busca de que alguno de los que ya se dedicaban a ello, le revelase «el secreto». «Cuando era más jovencito iba a las presentaciones de los libros con los autores que se hacían en mi pueblo, o en Alcalá de Henares, aunque fueran de temáticas que no eran lo mío, porque entonces yo lo que leía era mucha ciencia ficción, con la esperanza de que alguno de ellos, aparte de hablar de su novela, revelase cuál era el método para construir una historia», explica. Pero esto nunca ocurrió. «Después te das cuenta de que es posible que ese método único realmente no exista», reconoce, «porque los auténticos maestros son los libros». Pero, sobre todo, el «tener el valor de sentarse delante de la página en blanco, porque puedes estar, antes de hacerlo, medio año o más solamente pensando en la historia». Aunque, para los lectores que están pensando en cambiar su rol al de escritor, sí que cree que hay un consejo que puede dar, y es el de aprender cómo construir historias… aunque sea en otro medio. «Un curso que sí hice y que me ayudó mucho fue uno de guion de cine, porque ahí aprendí técnicas que me ayudaron a saber no solo el qué contar, sino el cómo hacerlo de tal manera que tuviera sentido».