EL CASO DE CURTIS DAWKINS

La realidad supera la ficción, en escritor fantasma hemos terminado de comprobarlo con la historia de este escritor cuya fama viene dada no por su prosa, sino por haber publicado desde la cárcel, donde cumple condena por asesinato. Formado en Humanidades, Curtis había empezado a notar pronto los efectos de sus problemas mentales, que intentó combatir a base de drogas y alcohol. El reconoce su parte de culpa tras haber disparado a un hombre bajo el efecto de las drogas, defiende que siempre hay algo más allá del estado de embriaguez, problemas más profundos que afloran con la guardia baja. Cumple cadena perpetua en una prisión de Michigan.

Curtis comenzó a escribir en los años noventa, cuando decidió ser escritor tras el incendio de la empresa familiar. Sin embargo, el camino fue diferente para él que se casó formó una familia y se estableció como vendedor de coches. Sin embargo, todo cambió cuando una noche consumió crack y acabó con la vida, no solo de su víctima, sino de toda su familia. Ya en la cárcel, se refugió en la literatura para calmar su dolor y arrepentimiento.

De las horas dedicadas a escribir surgió un libro de relatos que llamó la atención de Scribner’s, una potente editorial estadounidense que le ofreció un adelanto de más de 100.000 dólares. Sus relatos hablan de la cárcel, los presos, lo que se deja atrás, de la esperanza, y de la culpa.

El dilema que desató esta publicación fue si infringía las normas de la moralidad, ¿Hacer exitoso a un condenado por homicidio? En escritor por encargo no somos quienes para hablar de moral, que debe ser de cada uno, pero el propio autor lo entiende y cree que juzgar es humano, aunque cree que el arte está por encima de eso y que los errores pueden enmendarse.

Su obra ha recibido buenas críticas y ha entrado con fuerza en el mundo literario. Sin duda, Curtis, en una versión diferente, sabe lo que es ser un escritor fantasma, al otro lado de la realidad.