La casa de Palamós donde Truman Capote escribió
En Escritor Fantasma sabemos que se ha escrito mucho sobre la estancia de Truman Capote en la Costa Brava los veranos de 1960, 1961 y 1962. El escritor norteamericano ya era por entonces increíblemente famoso (se había empezado a rodar la versión cinematográfica de ‘Desayuno con diamantes’ que catapultaría su carrera) y decidió alejarse del ajetreado Nueva York, donde llevaba una intensa vida social, para concentrarse y escribir la que iba (y acabó siendo) su gran obra, ‘A sangre fría’. A la costa catalana llegó acompañado de su pareja de entonces, Jack Dunphy, miles de folios con anotaciones sobre el crimen de Holcomb, Kansas, que inspiró ‘A sangre fría’ y varios animales de compañía: dos perros, uno de ellos ciego, una gata y 25 maletas.
En Escritor Fantasma sabemos que Capote se alojó en distintos sitios en a Costa Brava: en el Hotel Trias de Palamós, en una casa con vistas a la pequeña playa de la Catifa, en un chalet de Sant Antoni de Calonge y en Cala Sènia, tras una estancia algo fatídica en Córcega. En la costa catalana encontró el anonimato y la tranquilidad necesaria para escribir. Llegaba en los albores de la primavera y se marchaba cuando empezaba a refrescar, con el inicio del otoño. En total, el autor de ‘Plegarias atendidas’ estuvo unos 18 meses disfrutando del clima mediterráneo mientras producía algunas de las mejores páginas de la literatura e inauguraba un nuevo género, el Nuevo Periodismo. En la última de sus estancias, en Cala Sènia, se alojó en una casa señorial que por entonces pertenecía a Luis Urquijo, el marqués de Amurrio, y que luego compró la familia Ferrer-Salat. Y esa misma casa es, desde hace unos meses, una residencia para jóvenes escritores. Está por ver si sus paredes y sus espléndidas vistas al Mediterráneo les proporcionarán la misma inspiración que al autor de ‘Otras voces, otros ámbitos’.