LEER A LA VIEJA USANZA
Cualquier escritor fantasma teme que no llegue otro trabajo, ¿Quién lee actualmente? ¿Quién apuesta por los libros? En escritor por encargo sabemos que las tecnologías han desbancado al papel, que leer como antes se hacía, con calma, sin prisas, con deleite, cuidando los detalles, ya no se hace. Ya no se lee por amor al arte, se lee por copiar a las celebridades de las redes, se lee por el marketing, se lee por hacerse el intelectual, no por serlo.
Pero Madrid aún conserva espacios que huelen a libros añejos, a sabiduría, a literatura en estado puro. Quien aún quiera desprenderse del reloj y del teléfono para viajar al pasado de los libros, reencontrarse consigo mismo y con unas páginas llenas de misterio, con el más sanador de los silencios alrededor, existen diferentes espacios en la capital que lo permiten:
- Librería Manuel Miranda. Calle Lope de Vega N°9. Contiene el legado del actor de teatro del mismo nombre.
- Biblioteca del Instituto del Patrimonio Cultural Español. En el edificio conocido como “La corona de espinas”, nombre que recibe el edificio que le alberga por su parecido a una diadema puntiaguda. Más de 40 mil libros para el disfrute de los lectores.
- Biblioteca Nacional de España. En el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales. Cuenta con un amplísimo repertorio de libros para todos los gustos en el paseo de Recoletos.
- La Central del Callao. En Postigo de San Martín N°8. Lectura y café al mismo tiempo.
- Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Levantada por encargo del Rey Felipe II, quien la llenó con lo mejor de la literatura de su época.
Se sea escritor fantasma o no, se sea lector ávido o puntual, una visita a estas instalaciones debería hacerse de forma obligatoria para empaparse de historia y quizá, ser picado por el gusanillo del amor a las letras. Una vez se empieza, es difícil dejar de escribir y de leer.