SANT JORDI EN PANDEMIA

Evidentemente los tiempos están siendo duros para todos. La crisis sanitaria ha creado caos en el mercado laboral y, el mundo literario, no ha escapado a estos coletazos. Sin embargo, pese a las dificultades de ser escritor (ni qué decir ser escritor fantasma), también hay algunos aspectos positivos que pueden destacarse de estos últimos meses: hemos encontrado consuelo y compañía en la lectura. Esto, parece haberse visto reflejado en el pasado Sant Jordi.

Hace mucho que todos querían retomar la normalidad (o al menos la apariencia), se echaba de menos el día del libro, las ferias, las firmas, el bullicio. En Barcelona, con todas las medidas de control velando por la seguridad colectiva, Sant Jordi volvió a la vida en abril. Una vida que, salvo por las mascarillas, parecía la misma de siempre entre libros, rosas y escritores.

¿El resultado? Más de un millón de ejemplares vendidos, el 75% de las ventas de 2019 (cuando el objetivo inicial era alcanzar el 60%).

María Dueñas, Javier Cercas, “El humor de mi vida” de Paz Padilla e Irene Vallejo con “El infinito en un junco”, fueron los más reclamados.

Se ha tratado de un consuelo en tiempos de restricciones y penas. Tal vez nos hayamos dado cuenta de que la lectura nos transporta y evade, tal vez estemos volviendo a los tiempos donde un libro tenía más valor que una pantalla y el tener que forzar la mente era más retador que un videojuego con todas las intrigas servidas.

Leer es un proceso introspectivo y de reflexión profunda, un antídoto contra la angustia de estos tiempos«, ha dicho Najat el Hachmi, ganadora del Premio Nadal por “El lunes nos querrán”. Nuestro equipo de escritor fantasma celebra que la lectura vuelva a florecer, que la vida vuelva a florecer. Escritores de artículos, redactor de contenidos, escritor freelance, redactor freelance… seas lo que seas y hagas lo que hagas, no pierdas la esperanza y no dejes de lado tu pasión. Es una profesión difícil que suele atravesar periodos de abandono e incomprensión, pero lo bueno es que siempre encuentra el modo de renovarse y renacer. Escribir es un arte y este Sant Jordi ha lanzado esperanzas sobre todos aquellos a quienes les gusta leer y les mueve escribir.